– La edad de inicio en el consumo de contenidos sexuales ronda los 8 años
VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/KaltzadaInfanciaViolenciaSexual
MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La organización Save the Children alerta de que la sociedad no está protegiendo adecuadamente a los niños «en la era del ciberporno» ni desde las instituciones ni en el entorno familiar o escolar. Por ello, propone medidas educativas para que familias y colegios preserven a los menores.
Así lo puso de manifiesto esta semana la nueva presidenta de Save the Children en España, Pilar Kaltzada, durante una entrevista realizada en Servimedia, en la que apuntó como origen de la creciente violencia sexual en menores, la visualización «sin ningún control» de pornografía en internet.
«Los datos nos indican que el primer contacto con este consumo de pornografía en internet suele empezar con 8 años, lo que debería hacernos parar en seco para pensar qué estamos haciendo mal, pero no lo hacemos», explicó Kaltzada a Servimedia.
Alertó de que se están produciendo «muchísimos casos de violencia sexual entre menores», lo que según su criterio es «una clara señal» de que la sociedad y, sobre todo, la infancia tiene un grave problema en España, ya que los menores cambian su enfoque de las relaciones sentimentales, que dejarían de estar basadas en el respeto al otro.
Por ello, Kaltzada subrayó que esa temprana edad, los niños ya comienzan a socializar de una manera diferente, «especialmente a través de juegos online, contenidos violentos y de naturaleza sexual».
También destacó que «la era del ciberporno está generando carencias en los sistemas educativos», que se ven agudizadas por el acceso «absolutamente incontrolado» de los niños a contenidos nocivos. «No estamos interviniendo para proteger a la infancia ante un entorno de ciberviolencia muy claro», subrayó.
MIRAR HACIA OTRO LADO
Además, la presidenta de Save the Children afirmó que ante esta situación los padres están «mirando hacia otro lado», impasibles frente a los «cambios fundamentales» en la manera de entender las relaciones afectivas o sexuales.
Por ello, la institución dedicada a la infancia hizo un llamamiento a que los progenitores salgan del letargo y actúen para saber lo que ven sus hijos en internet y poder evitar el acceso a los contenidos nocivos.
«En el momento en el que empieza a funcionar la banda ancha se estrecha la banda de nuestra responsabilidad. Y esto es algo que probablemente tiene mucho que ver con el desconocimiento que todavía, por edad, muchas familias tienen sobre cómo operan los menores en el entorno digital», indicó.
También reclamó un control sobre el acceso a estos contenidos. «Debe haber una responsabilidad de los proveedores de dichos contenidos sobre el uso que se está haciendo de ellos y debemos ser capaces de intervenir para proteger a la infancia en ese espacio».
Agregó que «no sirve la excusa de la libertad de acceso cuando se están generando situaciones de violencia muy claras». «Muy pocas instituciones están interviniendo y cuando lo hacen es con una mirada exclusivamente punitiva, sin entender realmente qué nos está indicando ese consumo masivo de contenidos claramente inadecuados para los niños».
EDUCACIÓN
Los centros educativos tampoco tienen herramientas para atajar esta situación. Por ello, la presidenta de Save the Children apostó por «formar a los formadores» para realizar un «acompañamiento integral de sus alumnos» en caso de que sean víctimas de violencia sexual.
Además, desde las aulas se aboga por prevenir el acceso a los contenidos inadecuados en Internet por parte de los menores, fomentando las buenas prácticas y sensibilizando a los niños sobre los peligros que corren.
Respecto a las propuestas contra la violencia sexual en niños, la entidad apuesta por la atención a los menores, además recomendar planes educación digital para escuelas y familias, lo que se denomina «coeducación» de padres y profesores.
«Estamos haciendo propuestas que afortunadamente están calando ya en algunos territorios para atender de manera integral los casos de niños y niñas que han sufrido violencia sexual». Esto significa el acompañamiento del menor desde la denuncia, su apoyo psicológico, además de un trabajo psicosocial. El objetivo es lograr que los niños que se deciden a dar el paso no se sientan solos.
Por último, sobre la educación contra la violencia sexual, Kaltzada reconoció que la sociedad no está siendo capaz de «corregir las bases de una socialización claramente desigual» y concluyó que «no existen recursos» suficientes para atender correctamente a los niños que son víctimas de la violencia.
