El cobre, metal versátil, valorado y con una rica historia a sus espaldas, ha ido ganando popularidad en el mundo de la joyería en los últimos tiempos, convirtiéndose en el material preferido de los nuevos artesanos joyeros.
Las posibilidades de diseño que permite su estructura hacen que sea una opción atractiva para aquellos que buscan crear piezas de joyería únicas y contemporáneas. Porque hoy en día la demanda pasa, precisamente, por la exclusividad, por portar piezas que, aunque se hayan realizado en un taller, sean únicas por la mano del joyero.
¿Qué es lo que ha conquistado de este metal en los talleres?
El cobre lleva siendo un metal utilizado por los seres humanos desde hace miles de años.
En la joyería es valorado, precisamente, por las características que lo diferencian de otros metales más tradicionales, como la plata y el oro. Y por su precio.
Una de las principales ventajas es su color cálido y rico, que recuerda a tonos terrosos y naturales para colecciones más conectadas con la naturaleza. Esta tonalidad única aporta una sensación de calidez a las piezas de joyería, lo que las hace destacar y crear un aspecto distintivo que es muy bien valorado por el público.
Además, es altamente maleable, lo que permite a los artesanos trabajar el metal de manera creativa y esculpir formas más originales y diseños únicos. Este detalle también facilita el uso de diversas técnicas de texturizado y acabado, lo que resulta en piezas de joyería con una gran variedad de estilos y efectos visuales gracias al cromatismo que luego puede dársele.
“En la era actual, el interés en la joyería artesanal y sostenible ha ido en aumento. Los consumidores están buscando piezas únicas que reflejen su individualidad y valores personales, así como el deseo de apoyar a artesanos locales y prácticas sostenibles. El cobre encaja perfectamente con esta tendencia, ya que se trata de un metal abundante y reciclable” explican desde Yuu Jewels.
Cómo mantener correctamente estas piezas
Aunque el envejecimiento natural del cobre puede ser atractivo para algunos, otros prefieren mantener el brillo original de sus piezas.
Para preservar el brillo del cobre, es importante protegerlo de la humedad y los productos químicos que puedan acelerar el proceso de oxidación.
Los expertos recomiendan aplicar una capa de barniz protector para proteger el cobre y mantener su apariencia original durante más tiempo, algo que se hace desde los propios talleres.
