En la actualidad, la implementación de servicios funerarios tradicionales sigue desempeñando un papel crucial en la sociedad, proporcionando un apoyo esencial durante momentos difíciles. Estos servicios no solo representan un componente cultural arraigado, sino que también ofrecen consuelo y estructura para las familias en duelo.
Las empresas especializadas en este tipo de servicios se esfuerzan por proporcionar un apoyo integral a las familias en duelo, facilitando la organización de ceremonias personalizadas que reflejen la vida y la personalidad única del fallecido.
En este sentido, los servicios funerarios de Zaragoza se distinguen por su enfoque compasivo y respetuoso, brindando asesoramiento y acompañamiento a las familias durante todo el proceso. Desde la gestión de los trámites legales hasta la elección de ataúdes y la planificación de ceremonias, estas empresas se esmeran en aliviar la carga emocional y logística que enfrentan los deudos.
La importancia de preservar las tradiciones en momentos de pérdida se refleja en la continuidad de la demanda de servicios tradicionales. A pesar de la evolución de las costumbres y la introducción de nuevas opciones, la conexión con las raíces culturales sigue siendo un aspecto esencial para muchas personas, y estos servicios tradicionales desempeñan un papel fundamental en el proceso de duelo y conmemoración.
En NOVA Servicios Funerarios, señalan: “Se respetan todas las creencias y valores. Existen ceremonias tanto laicas como religiosas para honrar la memoria de tus seres queridos de acuerdo a sus preferencias”
Hoy se permite a los ciudadanos elegir entre la inhumación y la cremación, con una clara preferencia histórica por la primera. Sin embargo, la incineración ha ganado terreno, representando el 45% de las elecciones funerarias en 2022, según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef). Aunque la preferencia entre enterramiento e incineración está prácticamente equilibrada, una nueva ola verde está surgiendo en el sector: el compostaje humano.
¿De qué se trata esta nueva tendencia?
Enterrar a los difuntos se presenta como una tarea cada vez más desafiante. Además de los costos económicos asociados, surge la problemática del limitado espacio en las grandes urbes para expandir sus cementerios. Como respuesta a este dilema, diversas empresas han dirigido su atención hacia una modalidad funeraria innovadora basada en el compostaje humano.
Conocida también como «reducción orgánica natural», esta técnica implica un proceso que transforma el cuerpo humano en compost. Consiste en colocar el cadáver en un recipiente sellado junto con materiales como virutas de madera, hierba de paja y alfalfa. Durante los próximos 30 días, las bacterias descomponen el cuerpo y otros materiales orgánicos, dando lugar a un proceso respetuoso con el medio ambiente y al mismo tiempo proporcionando una alternativa sostenible a las prácticas convencionales.
En esta línea, el estado de Nueva York se ha convertido en el sexto estado de los Estados Unidos en aprobar este novedoso método de sepultura ecológica. Se suma así a Washington, Colorado, Oregon, Vermont y California, que ya habían respaldado esta práctica hace un par de años.
Aunque el compostaje humano es una tendencia emergente en Estados Unidos, en Europa solo Suecia lo tiene regulado, el resto de los países se encuentran limitados a la inhumación y la cremación, con la obligatoriedad de los féretros.
Esta nueva técnica, aunque enfrenta barreras, surge como una alternativa que responde a la creciente conciencia ambiental y a la búsqueda de prácticas más sostenibles. A medida que se avanza hacia un enfoque más respetuoso con la naturaleza en el último viaje, la aceptación y la adaptación podrían ser clave para la evolución de las prácticas funerarias en el mundo y más allá.