MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Cáritas Madrid insistió este jueves en que tener un contrato no garantiza el «trabajo decente» ni posibilita que muchas familias vulnerables puedan llegar a fin de mes, a pesar de que los datos macroeconómicos muestren cifras de aumento de la empleabilidad.
Así lo denuncia la organización católica con su Campaña por el Empleo 2022 que este próximo domingo celebra la Iglesia diocesana de Madrid, y que visibiliza que «No todo suma, cuenta, ni vale» y que, como dice su lema, se necesita «más que un contrato, trabajo decente» para que las familias puedan sobrevivir.
La campaña se hace eco de que la pandemia y el actual parón provocado por la guerra de Ucrania dejan una inestabilidad laboral que afecta más a las familias más vulnerables y a las personas jóvenes que representan el 33% de las desempleadas.
«La realidad es que cada vez más personas y familias no pueden llegar a final de mes y tienen serias dificultades para afrontar todos los gastos fijos. Se ha producido un empeoramiento de las condiciones de trabajo, lo que genera más trabajadores precarios y pobres. Asimismo, ser joven, mujer o migrante es un factor de exclusión social, ya que cuentan con trabajos en condiciones precarias y poco remunerados», denunció la subdirectora del servicio diocesano de empleo, Begoña Arias, durante la presentación en Campus Cáritas Madrid.
CAMPUS
Este espacio, en el barrio madrileño de Vallecas está pensado, precisamente para la juventud, donde formar y motivar en la búsqueda de nuevas salidas laborales y es uno de los servicios que ofrece el Servicio Diocesano de Empleo, a través del cual se acompaña a las personas que están en búsqueda activa de empleo ofreciéndoles desde asesoramiento o formación, hasta itinerarios de inserción laboral o contactos con empresas.
El responsable del centro de formación Campus Cáritas Madrid, Fernando Arias, explicó que en Madrid hay 7.000 jóvenes que abandonan prematuramente su educación y que la tasa de exclusión de los jóvenes menores de 29 años es del 21%, dato que según Cáritas, «tiene que alarmarnos».
Por eso el campus ofrece a los jóvenes que se han quedado «descolgados» del sistema educativo formal una oportunidad de buscar salidas laborales, con actividades de ocio, deportivas y también capacitaciones laborales y de asesoramiento laboral, para que esos jóvenes puedan encontrar un empleo en «nichos emergentes» del mercado, como la robótica o las energías verdes. Fernando Arias también subrayó que en España hay 100.000 puestos de trabajo que no se cubren por falta de formación técnica.