MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El responsable de pobreza infantil de Save the Children, Alexander Elu, lamentó este viernes «la poca utilidad» que los cheques contra la inflación de 200 euros que pueden solicitarse a partir de hoy «tendrán para las familias en pobreza relativa con hijos a cargo».
En declaraciones a Servimedia, aseguró «no entender por qué se ha establecido un umbral fijo -por debajo de los 14.000 euros anuales- sin tener en cuenta la composición de los hogares». Según la última Encuesta de Condiciones de Vida, un único adulto con una renta al año de 9.535 euros se considera en pobreza relativa y lo mismo sucede para los hogares monoparentales con un único hijo que ganen por debajo de los 12.400 euros.
Estas dos tipologías, siempre que no perciban el Ingreso Mínimo Vital, sí podrán beneficiarse de los cheques contra la inflación, prosiguió Elu, pero, en cambio, la gran mayoría de familias con dos hijos quedarán fuera.
La misma Encuesta de Condiciones de Vida establece un umbral de 20.300 euros al año como pobreza moderada para los hogares compuestos por dos adultos y dos niños, y sobre los 17.500 para los que están formados por dos adultos y un menor. Estas dos tipologías quedarían por tanto fuera de la medida de los cheques, que tampoco hace ninguna mención al caso de las familias numerosas, lamentó.
Por ello, «consideramos que la medida no está bien diseñada para los hogares con niños», recalcó. Admitió que, «dada la actual coyuntura de inflación, cualquier aportación es bienvenida», aunque apuntó que «200 euros en un pago único es muy poco dinero si tenemos en cuenta que el coste de la crianza ronda los 670 euros al mes».
Finalmente, Elu pidió un esfuerzo extra al Gobierno para «llegar a las personas candidatas a solicitar este tipo de prestación», que muchas veces son las más afectadas por la brecha digital y tienen más dificultades para acceder a la información pública. Como quedan excluidos los perceptores del Ingreso Mínimo Vital y de pensiones, muchos de los hogares destinatarios de esta ayuda «están además menos controlados por los servicios sociales», así que reclamó «un esfuerzo extra de información» para llegar a ellos.