MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
Más de 100.000 niños en España podrían presentar síntomas de asma como consecuencia de su exposición a las cocinas de gas en los últimos 12 meses y estas «incumplen de manera habitual» los límites de contaminación atmosférica, también en el interior de los hogares.
Así lo refleja un estudio auspiciado por el grupo de trabajo sin ánimo de lucro para la promoción de la eficiencia energética Clasp y la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), con aportes técnicos de la Organización para la Investigación Científica Aplicada (TNO), según precisó este lunes la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) en un comunicado en el que señaló que la investigación también pone de manifiesto los «efectos ocultos» sobre la salud derivados del uso y la exposición a las cocinas de gas.
El estudio advierte de que cocinar con gas en una cocina europea estándar sin ventilación mecánica produce contaminación en ambientes interiores por dióxido de nitrógeno (NO2) que «supera, en múltiples ocasiones y durante todas las épocas del año», las directrices sobre la calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud y las normas de la UE en materia de contaminación del aire exterior.
Los exámenes de laboratorio realizados por la TNO demostraron que las cocinas de gas también producen monóxido de carbono, partículas ultrafinas y otras sustancias contaminantes que «pueden tener efectos nocivos en la salud, especialmente en la de los niños» y según el estudio más de 100.000 niños en España podrían presentar síntomas de asma debido a la exposición a las cocinas de gas en los últimos 12 meses y el 12% de los casos de asma infantil en la UE «se deben a cocinar con gas».
Tras puntualizar que más de 100 millones de ciudadanos de la UE cocinan con gas, incluyendo un tercio de los hogares españoles y más de la mitad de todos los hogares en Italia, Holanda, Rumanía y Hungría, CECU recordó que los grupos defensores de la salud «temen que la situación se agrave, especialmente con la crisis energética de este invierno, cuando la gente reduzca o evite la ventilación para conservar el calor y ahorrar dinero».
PELIGROS DE LAS COCINAS DE GAS
A la luz de estos resultados, la directora general del Clasp, Christine Egan, lamentó que «pocas personas son conscientes de los peligros que entrañan los aparatos de cocción de gas» y advirtió de que cocinar la cena «puede exponernos a tantas sustancias contaminantes como el humo de los cigarrillos ajenos». «Los aparatos de cocción de gas deben llevar etiquetas de advertencia sanitaria como en el caso de las cajetillas de tabaco», añadió.
En la misma línea, la directora general de la EPHA, Milka Sokolović, dijo «temer» que la calidad del aire interior «pueda empeorar este invierno en los hogares que utilizan cocinas de gas» y explicó que, si no hay recambio de aire exterior, «es importante abordar el problema que suponen las fuentes de contaminación del aire en interiores, como son las cocinas de gas», convencida de que niños y personas con afecciones respiratorias preexistentes «son los que mayor riesgo sanitario corren».
«Por todos estos daños para la salud y el medioambiente derivados de la quema de combustibles fósiles en nuestros hogares, los gobiernos tienen la responsabilidad de establecer un marco que nos aleje del uso del gas y nos encamine hacia las cocinas eléctricas limpias», agregó, consciente de que la actual revisión del reglamento sobre aparatos de cocción «ofrece una oportunidad para que la UE demuestre que está a la altura de su visión y ambición de contaminación cero».