La Conferencia Episcopal dice que le hubiera «gustado» que se escuchase a la Iglesia en la futura Ley de Familia

La Conferencia Episcopal dice que le hubiera «gustado» que se escuchase a la Iglesia en la futura Ley de Familia

– Pide pactos de Estado cuando se modifican normativas que afectan al bien común, como la de educación

MADRID, 25 (SERVIMEDIA)

El nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, indicó este viernes que «en una sociedad democrática, la Iglesia -obispos y laicos-» tienen «el derecho de proponer» su planteamiento ante leyes como la nueva normativa sobre familias y que les hubiera «gustado» poder hacer aportaciones al texto que se abordará en el próximo Consejo de Ministros.

«Pensamos que nuestra aportación es un mensaje al bien común integral», dijo en la rueda de prensa posterior a la Asamblea Plenaria que ha congregado a los obispos españoles esta semana en Madrid.

Además, remarcó, que «en una sociedad democrática», sería «interesante» que «hubiera un cierto consenso para legislar leyes que afectan a aspectos fundamentales del bien común». «El núcleo de la democracia no está sólo en que cada cuatro años vayamos a depositar una papeleta en una urna. Eso en sistemas totalitarias también se hace», añadió y pidió que se cuente más con la sociedad civil en esas nuevas normativas.

En este contexto, los obispos han aprobado, sin ningún voto en contra, el documento ‘Persona, familia y sociedad’, que analiza la situación actual de la sociedad española. Dicen que este trabajo recoge su «posición» en la que respetan «las demás», pero con la que también piden que la suya «sea respetada».

EDUCACIÓN

García Magán también advirtió a los políticos que «no es bueno que haya continuo cambio de leyes en una materia. Si produce eso es que hay algo».

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En este sentido remarcó el «servicio a la sociedad» que se ofrece desde la red de colegios católicos, algo que «no es una novedad», pues algunos «tienen siglos de vida». «Los padres en el uso de su legítimo derecho eligen la escuela católica. En esos centros hay niños que incluso no están bautizados. Es un servicio social con una dimensión pública, por su servicio a la comunidad» -especialmente en pequeños municipios-, expuso, equiparando ese servicio al que también se presta en los centros públicos.

«Qué importante serían también consensos y pactos de Estado porque cambiar de ley de educación es una locura para padres, profesores y para todo el mundo», reflexionó.

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