MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves el convenio relativo a 2022 entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid que hace efectiva la aportación del Consistorio para la cobertura de la alimentación de los menores de familias vulnerables en los comedores escolares de los centros públicos, incluidas las escuelas infantiles municipales.
Este convenio, de carácter anual, está dotado de 8,3 millones de euros por parte del Ayuntamiento, lo que supone un 40% más que en 2018 (5,9 millones de euros) y prevé cubrir el precio reducido del comedor de 17.816 menores propuestos por Servicios Sociales.
Según explicó el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, el convenio tiene como objetivo garantizar la cobertura de la alimentación de los menores en situación de vulnerabilidad socioeconómica, matriculados en centros educativos sostenidos con fondos públicos. De esta manera, la aportación económica del Ayuntamiento se destina a complementar el sistema de precios reducidos del menú escolar de los menores cuyas familias no dispongan de suficientes recursos económicos para abonar dichos precios.
Dado que el convenio tiene carácter anual, cubre periodos correspondientes a dos cursos escolares diferentes: enero-junio (julio, en el caso de las escuelas infantiles) y septiembre-diciembre.
De este modo, destacó Aniorte, «el Ayuntamiento adquiere un compromiso con las familias y centros escolares para que los menores beneficiarios del convenio en el periodo septiembre-diciembre de un año sean potenciales beneficiarios del periodo enero-junio del siguiente, dando cobertura a todo el curso académico».
Serán los Servicios Sociales municipales los que deberán reconocer la situación de vulnerabilidad social de las familias, indicando, para cada caso, el importe reconocido y el centro al que se debe abonar el importe.
El Ayuntamiento destina 8,3 millones de euros al convenio de comedores escolares en 2022 con el objetivo de atender la demanda de apoyo de las familias fruto de la crisis laboral y económica generada por la pandemia y el encarecimiento de la vida diaria.
