Aunque aún es pronto para hablar de época de comuniones, lo cierto es que cada vez hay que empezar su organización con más tiempo para poder elegir, cada cosa, con todo lujo de detalles y sin tener luego sorpresas.
El vestido, la reserva del sitio del convite e incluso la iglesia se hacen con tiempo suficiente para garantizar que no habrá problemas, pero también hay otras reservas que es necesario hacer con meses de antelación como es el diseño de recordatorios o, incluso, el fotógrafo que inmortalizará el día.
¿Qué hay que pensar cuando se selecciona a un fotógrafo? “Lo recomendable siempre es echar un vistazo a su trabajo. Con las webs, esto se hace de forma muy rápida. Se busca siempre el perfil de imágenes que más se ajusta con el estilo que se quiere para la fotografía de ese día dado que cada profesional tiene su estilo propio y consigue unas instantáneas distintas” explica Minerva Oliva, quien ofrece reportajes fotográficos de comunión en Gran Canaria y sabe entender a cada familia.
¿Cuáles son las fotos que no pueden faltar?
Aunque hoy en día tiende a hacerse una sesión sola en estudio con el vestido de comunión, lo cierto es que, por muy bonitas que salgan, se busca más naturalidad. De ahí que muchos opten por dejarlo, en vez de para el principio, para el final. Pasado el día, para evitar cualquier contratiempo con el vestido, se queda de nuevo en un entorno natural y exterior y se fotografía dejando que el niño disfrute, sin que sea tan posado.
En el caso de Gran Canaria, las dunas, el Cenobio de Valerón o cualquiera de sus maravillosas playas pueden ser una idea original.
Además de esas imágenes, que como explican los profesionales, mejor se hacen a posteriori, el día de la ceremonia no debe faltar la imagen con sus padres, con sus familiares más cercanos e incluso, en muchos casos, con sus padrinos, una figura que aunque cada vez tiene menos relevancia social, sí tiene mucha a nivel sentimental.
Captar algún momento de la ceremonia en la que interactúe con el párroco, sus familiares o con el resto de niños es también un básico, al igual que el momento en el que comulga por primera vez.
Si el fotógrafo está también contratado para cubrir el convite, habrá que buscar un espacio bonito del mismo en el que seguir haciendo fotos dejando que el niño fluya sin presión y sin casi posar. “Cada vez es más importante conseguir imágenes costumbristas, menos posadas, aunque siempre debe haber, al menos, las familiares” explican.