Los tratamientos con férulas dentales están en auge. Desde que llegaran los llamados aparatos invisibles, son muchos los que han decidido utilizar este tipo de dispositivos removibles para mantener la posición de los dientes o bien como alternativa para un tratamiento de ortodoncia.
“Se ha demostrado también que las férulas son eficaces contra el bruxismo ya que son capaces de proteger los dientes y encías, descargando la presión del rechinar” explican desde Hit Dental, una clínica dental en Aluche especializada en este tipo de tratamientos.
Cómo alargar el tiempo útil de las férulas
En primer lugar, valga la redundancia, utilizándose. El usarlas garantiza su vida útil. De lo contrario, sería necesario realizar un nuevo molde y, con él, una nueva pieza.
Además, los dentistas recomiendan una limpieza regular de las mismas con agua tibia y un cepillo dental suave que garantice el eliminar restos de saliva o de cualquier colutorio. Aunque en muchos casos es tentación usar la pasta de dientes, hay que tener cuidado de que no sea abrasiva con el plástico.
En la misma línea, es vital mantener una higiene dental adecuada antes de colocarla para el periodo de uso. Así, las partículas de alimentos o restos no quedarán atrapadas entre diente y plástico, algo que podría perjudicar el esmalte y el material de la férula.
Siempre que no esté usándose, es recomendable almacenarla en su estuche para evitar roces, caídas o incluso que estén a la luz solar directa porque podrían acabar deformándose o rompiéndose.
En la medida de las posibilidades, se recomienda no comer o masticar con ellas ni estar tentado de manipularla para su mejor acople. Es clave en este caso planificar las visitas con el dentista para que vaya adaptándose en la evolución del tratamiento, incluso reemplazándolas cuando sea necesario.
No obstante, este cuidado diario, cuando no es necesario el reemplazo, garantizará alargar su vida útil y evitar su desgaste anticipado.
Tanto en los tratamientos post ortodoncia como en los de bruxismo, es aconsejable siempre atender a las recomendaciones e indicaciones de los especialistas, que serán los que valoren de forma correcta el buen uso y mantenimiento de cada aparatología para garantizar el objetivo propuesto entre paciente y dentista.