En un contexto en el que los desplazamientos cortos y de larga distancia son más habituales que décadas atrás, es necesario que el elemento clave para la seguridad en el vehículo de los más pequeños cumpla no solo con la normativa de la Dirección General de Tráfico al respecto, sino también en lo que a calidad y confort de los más pequeños se refiere.
De hecho, es un producto donde hoy en día existe una diferenciación clara en los distintos grupos de tamaño y peso que acompañan el crecimiento habitual de los más pequeños.
Los recién nacidos y hasta los 12 kilos aproximadamente (rondarían los 15-18 meses) son las que se denominan grupo 0+. En este grupo de lo que se trata es de que la silla cubra al bebé de forma efectiva y sirva de retenedor en caso de colisión o frenazo. Según los últimos estudios, este tipo de dispositivos, además, deberá ser colocado en contra de la marcha para garantizar mayor seguridad.
«Hay que tener claro para qué momento es cada modelo de silla. Desde que montan por primera vez en el vehículo hasta aproximadamente los 12 años, los niños van a necesitar de este tipo de dispositivos que van categorizados por grupos atendiendo a estatura y peso, pero hay que ser conscientes de que hay casos en los que la transición es necesaria cuando el niño está forzado a posturas no cómodas» explican desde Disbaby.
A continuación del 0+, el niño debe acoplarse al grupo 1, donde comienza a notarse algo más de verticalidad en la espalda, aunque la silla sigue recogiendo al bebé por completo como si de una carcasa se tratara. Es imprescindible tener en cuenta dónde apoya la cabeza y espalda para saber que está en la medida adecuada para garantizar su seguridad y comodidad. De hecho, es por ello por lo que llevan años los fabricantes incluyendo los cinturones dentro del diseño de la silla en vez de acoplar el del propio vehículo alrededor del cuello.
Es a partir del grupo dos donde las sillas ya parecen asientos que ayudan con la elevación y apoyo craneal suficiente, pero no protegen de forma integral el cuerpo sino que le permiten sentarse de forma cómoda y habitual elevando sobre el asiento habitual y, ya sí, usando los retenedores del propio vehículo con los puntos de anclaje de los asientos.
Sin duda, la llegada de todos estos dispositivos ha garantizado los trayectos seguros con los más pequeños, imprescindibles hasta que midan 1.35, aunque la DGT suele recomendar alargar el uso de dispositivos hasta casi el 1.50 para asegurar el correcto funcionamiento de cinturones y medidas adicionales.